"As fiadeiras" de Velázquez. |
O 18 de marzo de 1783 o rei Carlos III vese na obriga de promulgar unha real cédula que declara honorables ás persoas que levan a cabo traballos manuais. O rei respondía así a numerosos informes e escritos que recalcaban a necesidade de pór fin ao desperestixio que sofrían aqueles que traballaban coas súas mans. O problema era que este desprestixio impedía exercer cargos públicos ou casar con persoas socialmente dignas. Entre os traballos considerados indignos atopábanse o de verdugo, cómico, zapateiro,curtidor, cardador, xastre ou fabricante de tecidos.
A orixe deste desprestixio estaba en que tradicionalmente foran realizados por moriscos e xudeos. Ademais imperaba a idea de que a pureza de sangue (fidalguía) non era compatible co exercicio de calquera actividade que non fosen nin as armas nin as letras. Todos lembramos os problemas do fidalgo do Lazarillo de Tormes que prefería a miseria á deshonra do traballo manual.
A cédula dicía así:
"(...) que no sólo el Oficio de Curtidor, sinó también los demás de Artes y Oficios de Herrero, Sastre, Zapatero, Carpintero, y ótros a este modo son honestos y honrados; que el uso de ellos no envilece la familia ni la persona del que la exerce, nin le inhabilita para obtener los empleos municipales de la República en que estén avencidados los Artesanos o Menestrales que los exerciten; y tampoco han de perjudicar los Artes y Oficios para el goce y prerrogaticas de la Hidalguía (...) aunque los exercieren por sus propias personas."
Ninguna persona debe ser deshonrada ni despreciada por hacer trabajos en que se incluyan utilizar las manos, dejando de recibir privilegios como casarse con quién desee, ejercer cargos públicos, etc. Por realizar eses trabajos nadie debe ser despreciado, puesto que todo el mundo tiene los mismos derechos, sea quién sea, campesino, noble o rey.
ResponderEliminarTodas las personas son iguales y aunque hagan unos trabajos u otros,no pueden ser desapreciados porque sean más sucios que otros. Nose puede deshonrar a una persona por su trabajo, al fin y al cabo,haga el trabajo que haga es necesario para el mundo, asi que,todos tinen derecho a realizar el trabjo que sea, sea noble,campesino o rey.
ResponderEliminarANTÓN RAMALLAL CASTRO 2º ESO D
Todo el mundo tiene dignidad y por lo tanto da igual donde trabaje,no puede ser menospreciado un trabajo porque parezca sucio o aburrido,ya que,todos son iguales y la gente tiene que trabajar para vivir.
ResponderEliminarAdrián Romero Fernández 2ºESO D.
El rey Carlos III, en 1783, da un paso de gigante al devolverle el prestigio a la gente que hacía trabajos manuales. Con esta ley permitía que estos trabajadores pudiesen ocupar cargos públicos y casarse con personas, que en aquella época, eran consideradas socialmente dignas. También podemos considerar que estos trabajadores: verdugos, cómicos, zapateros, curtidores, sastres, etc. eran discriminados por motivos raciales, ya que en esa época este tipo de trabajos eran desempeñados por moros y judíos. . Fue un gran paso hacia la igualdad entre las personas y a lo no discriminación por razones de trabajo.
ResponderEliminarMiriam Timiraos Díaz. 2º ESO D.
Todas las personas somos iguales, realicemos el trabajo que realicemos y pertenezcamos a la familia que pertenezcamos, por lo tanto, considero acertado el comportamiento del Rey Carlos III promulgando una ley.
ResponderEliminarCarla Fernández González, 2ºD.
Nadie es superior que nadie porque alguien trabaje con las manos, todos los seres humanos tenemos los mismos derechos y nadie tiene porque tratarnos diferente. Da igual de que familia provengamos, nuestra religión, en donde trabajemos, nuestra raza, etc. nadie nos puede faltar al respeto.
ResponderEliminarMaría del Carmen Méndez Orol, 2ºESO D.